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Los All Blacks y su semana porteña

El mejor equipo del mundo, que esta tarde enfrentará a Los Pumas, llegó a Buenos Aires hace ocho días.

Desde hace ocho días Buenos Aires alberga al mejor equipo de la historia del rugby. A pesar de ya tener en su poder el título de la actual edición del Rugby Championship, Nueva Zelanda decidió aterrizar en Argentina más de una semana antes del encuentro con Los Pumas para aclimatarse al cambio de horario y no perder competitividad. Y desde el momento en el que el avión de Air New Zealand llegó al aeropuerto de Ezeiza, todos empezaron a disfrutar con la presencia de los All Blacks.

Con suma modestia, el apertura Beauden Barrett dijo que últimamente “parece que lo único que nos diferencia de los demás es la camiseta”. Y así, sin el mítico negro, muchas veces él y sus compañeros se perdieron en la ciudad como cualquier turista. Aunque el tamaño y los tatuajes típicos de la cultura maorí los delataran.

Los All Blacks se alojaron en el hotel Emperador, ubicado en el centro de la ciudad sobre la avenida del Libertador. Durante su estadía fue común cruzárselos por la zona o ver a fanáticos con camisetas de cualquier club porteño esperando en la puerta por algún recuerdo.

El único día libre que tuvieron fue el miércoles y algunos lo aprovecharon para pasear y conocer un poco más la ciudad. La zona preferida fue otra vez Palermo donde se tomaron un pequeño permitido para comer en una hamburguesería. Otros, en cambio, como el polifuncional back Israel Dagg, decidieron quedarse en el hotel y pasar la tarde mirando series: entre las elegidas figuraron Narcos y Billions.

El jueves llegó el día de dar la formación titular. Allí el entrenador Steve Hansen dio a conocer los 15 jugadores que enfrentarían a Los Pumas. Por la mañana visitaron nuevamente el Monumental pero esta vez los esperó el presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, quien les obsequió una camiseta firmada por todo el plantel del equipo de Núñez. Los visitantes respondieron con el mismo gesto.

El último día antes del partido se dedicaron a cumplir con eventos pactados por sus auspiciantes. De esa manera un grupo participó de una competencia gastronómica organizada por Air New Zealand, otro se entrenó con chicos con capacidades diferentes gracias a Meridional AIG y el último compitió contra los futbolistas de River en un evento ofrecido por Adidas en el propio Monumental.

Por una semana los All Blacks, siempre sonrientes y bien predispuestos, compartieron parte de su magia con los argentinos. Las redes sociales, por ejemplo, se llenaron con selfies y fotos de los jugadores, quienes siempre accedieron a los pedidos de sus admiradores. “No estoy seguro si me conocen, pero me piden fotos por ser el más grandote del equipo”, contó un feliz Charlie Faumuina, uno de los pilares del equipo. Pero nadie en estos días se desvió del tema central que es el partido ante Los Pumas. Porque a ellos los obsesiona sólo una cosa: ganar.

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